Bióxido de Carbono

Puede usarse como gas de insuflación para la cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia y endoscopia).

Se utiliza para crear una cavidad peritoneal accesible para un diagnóstico o una intervención quirúrgica y para procedimientos de colonoscopia virtual.

Facilita al profesional sanitario el acceso al órgano objeto de la intervención.

En resumen, el dióxido de carbono medicinal tiene varios usos en hospitales y clínicas, incluyendo la insuflación en cirugías mínimamente invasivas, la crioterapia o analgesia local, y la estimulación respiratoria.